Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la agravación y profundidad de todas las llagas y heridas de su hijo, reavivando el dolor. 7. «He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida https://karelo592gan3.blogthisbiz.com/profile